Errores Comunes en el uso de Lejía
y mezclas de Productos que Debes Evitar
La lejía es un producto desinfectante bastante agresivo que prácticamente es indispensable en la limpieza del hogar y en muchos entornos de trabajo. Sin embargo, al tener un poder tan agresivo hay que usarla con mucha prudencia. El uso incorrecto de la lejía puede ser peligroso tanto para la salud como para las superficies que limpiamos. En este post, te explicamos los errores más comunes en el uso de lejía y las mezclas de productos que debemos evitar a toda costa.
1. Uso de lejía en exceso
Uno de los errores más comunes al usar lejía es pensar que “más es mejor”. Utilizar grandes cantidades de lejía no aumentará su efectividad desinfectante. De hecho, puede dañar superficies, irritar la piel y causar problemas respiratorios. Lo ideal es seguir las instrucciones del fabricante y diluir la lejía correctamente según las medidas que se marcan.
2. No diluir lejía adecuadamente
Relacionado con el punto anterior, es fundamental diluir la lejía según las indicaciones del fabricante. Una concentración incorrecta no solo puede ser menos efectiva, sino que también puede ser peligrosa para la salud. Para la limpieza de superficies en el hogar, una dilución común es mezclar una parte de lejía en diez partes de agua.
3. Mezclar la lejía con otros productos de limpieza
Uno de los errores más peligrosos es mezclar lejía con otros productos de limpieza. Estas combinaciones pueden liberar gases tóxicos que ponen en riesgo la salud. A continuación, te voy a indicar algunas mezclas que debes evitar:
- Lejía y amoníaco: Esta combinación produce vapores tóxicos de cloramina, que pueden causar problemas respiratorios severos. Si se realiza esta combinación accidentalmente debes retirarte de inmediato de la habitación y abrir las ventanas para que salga los gases tóxicos.
- Lejía y vinagre: Aunque el vinagre es un excelente limpiador, mezclarlo con lejía libera gas de cloro, extremadamente tóxico y corrosivo para la superficie.
- Lejía y alcohol: Esta mezcla genera cloroformo, una sustancia altamente tóxica y potencialmente letal.
4. Uso de lejía en superficies inadecuadas
A veces por desconocimiento introducimos lejía en suelos o pavimentos delicados. La lejía puede dañar ciertas superficies, como madera no tratada, telas, y metales. Es crucial asegurarse de que el material o la superficie que se va a limpiar sea compatible con este desinfectante. En caso de duda, prueba primero en una pequeña área poco visible para ver los resultados.
5. No ventilar adecuadamente
El uso de lejía en espacios cerrados puede acumular vapores que son perjudiciales para la salud. Siempre asegúrate de ventilar bien el área donde estás limpiando, abriendo ventanas y puertas para permitir la circulación de aire.
6. Usar lejía en la cocina sin enjuagar adecuadamente
Cuando se utiliza lejía en superficies donde se manipulan alimentos, es esencial enjuagar bien después de la limpieza. Los residuos de lejía pueden contaminar los alimentos y provocar intoxicaciones si se ingieren accidentalmente. Muchas veces tendemos a desinfectar la cocina con lejía pura, pero debes tener en cuenta de aclarar el producto posteriormente para evitar intoxicación en los alimentos que vamos a consumir.
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